No pongas límites a tus ojos
En la casa al lado del mar, quiero sentirme fresca, atravesar la puerta y dejar atrás mis miedos, dudas, temores. Pedir perdón antes de entrar y agradecer aquello que siempre ha estado ahí, sin siquiera yo saberlo. Abriré la ventana, cubriéndome el rostro con la brisa y no habrá cabida ya para ningún gesto que no sea una sencilla sonrisa. Me vi nacer de nuevo siendo solamente impulsos de corazón, actuaré sin límites a través de ellos, no necesitaré nada, ser yo misma, basta respirar naturaleza.
Aún no he llegado a la casa, no la tengo, no existe… Pero ya estoy bien, he descubierto la vida, cambie la forma de mirarla. Atrévete e inténtalo.
Todo llega en su justo momento. Solo tienes que estar atento
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